lunes, 5 de diciembre de 2016

Actitud









“Un verdadero Samurai consagra todo su tiempo al perfeccionamiento de sí mismo. Es
por ello que el entrenamiento es un proceso sin fin”





No sólo durante el entrenamiento, sino también en la vida diaria es importante respetar a los mayores, no menospreciar a los más jóvenes, y en donde quiera que estemos con otras personas, actuar educada y humildemente, y con una actitud receptiva. En kempo, colocarse en kesshu gamae es algo básico. Cuando el profesor habla o explica, no hay que escuchar con los brazos cruzados, sino en kesshu gamae, e intentar también sentarse o permanecer en pie de la forma adecuada, y moverse siempre con elegancia y rapidez.

[...]Si, al perseverar y concentrarse, un Samurai adquiere opiniones muy marcadas, podrá estar tentado a pensar con precipitación que ya ha alcanzado un buen nivel de realización. Esto debe ser desaconsejado formalmente. Un Samurai debe, por asiduidad, llegar primeramente a la maestría absoluta de los principios básicos y luego continuar su entrenamiento de tal manera que sus técnicas lleguen a la madurez. Un Samurai no debe jamás relajar su esfuerzo sino que debe perseverar toda su vida en el entrenamiento. Pensar que uno puede relajar la disciplina del entrenamiento porque simplemente ha hecho algún descubrimiento personal, es el colmo de la locura. Un Samurai debe estar constantemente animado por el pensamiento siguiente: "En tal o cual punto todavía disto mucho de la perfección" y consagrar toda su vida más y más al perfeccionamiento, buscando asiduamente la vía verdadera. Es por una práctica así que se puede encontrar la Vía. [...]

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