La
razón de recitar Seiku, Seigan y Shinjo al principio de la práctica es la de
plasmar las palabras sobre nuestros corazones y reafirmarlas en cada clase.
También, al recitarlas juntos, nos unimos más a nuestros compañeros y nos
consolidamos como grupo. Después de recitar estas palabras con la espalda
recta, en una postura adecuada, cerramos serenamente nuestros ojos y regulamos
la respiración. Esto se llama chosoku. Con el chosoku guardamos una compostura
física y ponemos nuestras mentes en el estado más adecuado para el aprendizaje.
El rendimiento del aprendizaje y de la práctica técnica que viene a
continuación mejora ostensiblemente tras realizar el chinkon, ya que percibimos
conscientemente que “el entrenamiento comienza en ese momento”, a diferencia de
simplemente empezar por los movimientos técnicos.
Algo que no debemos descuidar
realizando el chinkon es el objetivo de este entrenamiento, como ya hemos dicho
en Shorinji Kempo el entrenamiento empieza en este punto, por tanto debemos
centrarnos en los objetivos que queremos desarrollar y vaciarnos de nuestros
problemas, agobios, frustraciones...etc.
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